Archivo de la etiqueta: smart grids

¿Inteligencia en las redes eléctricas?

ALBERTO SENDÍN ESCALONA
Profesor del Departamento de Ingeniería de Telecomunicaciones

CAST_ 316

La inteligencia en red está de moda. Los operadores de telecomunicaciones hace mucho que la incorporaron a sus redes, y desde hace unos años, las empresas eléctricas hablan de sus Smart Grids.
Pero, ¿qué es una Smart Grid? Una red eléctrica inteligente es el resultado de la incorporación a las redes eléctricas existentes, de las modernas tecnologías de la información y las telecomunicaciones (las TIC’s). El objetivo es conseguir un manejo inteligente y optimizado de la infraestructura que presta el servicio eléctrico, ese que permite que nuestra vida cotidiana sea posible (actos reflejos tan inconscientes como encender la luz de casa, escuchar la radio o ver la televisión).
Las telecomunicaciones en estas redes permiten que las diferentes instalaciones que se utilizan en este servicio (subestaciones y centros de transformación, cientos de miles en España), y los terminales donde se entrega la luz (los contadores, decenas de millones en todos los hogares), puedan comunicarse con centros que los monitorizan y controlan remotamente.
Las tecnologías de la información permiten que los datos que se reciben puedan ser tratados para mejorar la calidad del servicio que se presta, minimizando entre otros los tiempos empleados en resolver las incidencias de la red (averías, cortes de luz, etc.).
Uno de los retos más importante de la Smart Grid en las redes de distribución de electricidad es proporcionar comunicaciones en estos millones de localizaciones, y hacerlo con las tecnologías disponibles y unos costes proporcionados. Parecería obvio pensar que las redes de telecomunicaciones comerciales pueden ayudar a conseguir este objetivo; sin embargo, la realidad demuestra que no es así en todos los casos. Imaginemos las redes de comunicaciones
móviles con las que utilizamos nuestros smartphones (por cierto, ¡también inteligentes!): ¿quién no ha tenido problemas de cobertura cuándo entra en el garaje de su casa, o cuándo se sube a un ascensor?; o, ¿quién no ha tenido que quitar la batería de su teléfono para reiniciarlo cuando por alguna razón este se niega a  «obedecerle»? Por estas y algunas otras razones menos evidentes, las empresas eléctricas o bien sustituyen o complementan estas tecnologías por otras que proporcionan ventajas significativas. Una de las tecnologías más utilizadas en las Smart Grids es la conocida como PLC, PowerLine Communications.
La tecnología PLC es una vieja conocida de todas las empresas eléctricas, porque se utiliza desde hace décadas para transportar datos utilizando los cables de la luz. El uso más reciente y extendido en el ámbito doméstico es el utilización del acceso a Internet en casa por medio del cableado eléctrico, cuando nuestra querida señal de radio Wi-Fi, se empeña en nuestro rincón más querido de casa. En esos momentos, esos pequeños dispositivos PLC que se conectan a cualquier enchufe y mágicamente nos permiten conectarnos al router, llegan en nuestro auxilio.
Los contadores que se están desplegando en España, siguiendo referencias geográficamente próximas como la italiana, incorporan comunicaciones PLC (un PLC diferente del de los aparatos de acceso a Internet, obviamente). Y así seguirá siendo hasta el año 2018, de tal modo que en el 2019 ya no habrá en España ningún contador que no sea «smart».

A finales de este año 2014, casi 10 millones de contadores tendrán incorporado un chip de comunicaciones PLC, que funcionando en frecuencias bajas sobre los cables de la luz, permiten mejorar la calidad percibida del servicio eléctrico, y prepararán un futuro de nuevos servicios que las empresas comercializadoras podrán progresivamente ofrecernos.

Tecnología y territorio inteligente

Bilbao

Durante mucho tiempo, algunas personas hemos tratado de buscar sinergias tecnológicas entendiendo que si todos desarrollamos lo mismo de forma separada, el resultado no es mejor. Será lo mismo a mayor coste.

En este tiempo hemos realizado proyectos de estandarización tecnológica dentro de la misma administración, buscando sinergias con otras administraciones, ofreciendo productos para evitar reinventar la rueda, hablando de tecnología, de integraciones, de compatibilidades…
Y después de todo este tiempo, todo nos lleva a caer en la cuenta de que hay que volver al origen, a hablar del servicio necesario, prestado y ofrecido, a hablar de objetivos, a hablar de encuentros en la nube, donde quien oferta ofrece el valor del producto, donde compramos el mejor producto para nuestras necesidades y no una tecnología concreta. Compramos el mejor servicio. Y lo mejor, la estandarización viene de serie! Sobrevivirán los mejores productos, los mejores servicios, las mejores ideas, independientemente de sus
apellidos y linajes. Sobrevivirán quienes hayan integrado en la tecnología las mejores innovaciones, sin fronteras físicas, personales o tecnológicas. ¿Hace lo que necesito a un buen coste, no genera problemas futuros y se adapta a lo que ya tengo? Adelante. En la nube. ¿Qué significa esto para las empresas de servicios o creadoras de productos? La necesidad de incorporar en sus propios servicios a la tecnología, no como aliado, sino como parte del producto o servicio.

¿Qué significa para las empresas tecnológicas? La necesidad de aliarse con quienes gestionan los procesos, para entenderlos, integrarlos, compartirlos y trabajar en red.

¿Alguien entiende el machine to machine de otra manera? ¿Alguien entiende la Industria 4.0 de otra manera? ¿Alguien puede creer que se va a hablar de tecnología y no de producción en red? La base será una conversación de alto nivel entre mundos diferentes. Quién aprenda rápidamente estará en ventaja competitiva.
El papel del cloud y la integración en este entorno serán, entre otros, factores clave. Por un lado nos aísla de conceptos tecnológicos difíciles de entender y nos permite centrarnos en el servicio. Por
otro, nos ayuda a romper barreras, reduce los costes de entrada y las inversiones y facilita las alianzas all around the world.
Nos jugamos mucho en esto. Al menos seguir en la lucha. Distintos sectores, distintas empresas, ámbito público o privado. Si realmente aspiramos a ser una Smart City de referencia o aún mejor, un Smart Territory, necesitamos poner de manifiesto que los conceptos
de competitividad, economía, responsabilidad social, etc. pasan por un tablero de juego territorial común, en el que se pueda optar a un servicio con unos mínimos avances tecnológicos.
En lo que respecta al sector público, independientemente del tamaño del municipio en el que se resida. En lo que respecta al sector privado, independientemente del tamaño de la empresa.
Porque administraciones de distintos tamaños, pymes o no pymes deberíamos poder acceder a los mejores instrumentos de gestión, independientemente de su poder de compra. Porque la base del  juego mínima debería ser igual para todos, como punto de partida
para competir. Porque eso nos hace más fuertes como  administración, como empresas y como territorio. Porque para tejer un territorio competitivo, los mínimos deben ser compartidos. En la tecnología también